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Viernes, 20 de diciembre de 2024



FORO DE LECTORES


Con la esperanza en el corazón celebremos

Alberto Salom Echeverría [email protected] | Martes 20 abril, 2021

Alberto Salom

22 de abril, Día de la Madre Tierra (Segunda Parte)

El Planeta Tierra, es el único bello e inigualable planeta habitable en nuestro derredor; es el que tenemos, y lo hemos sometido como especie humana a padecimientos indecibles. Cuando apenas comenzábamos a causarle heridas, en los inicios de la época industrial, no éramos conscientes del daño que le infligíamos. Pero ahora sí. Son demasiado evidentes las llagas, como para que los más responsables de ocasionar la afectación al clima, no se hubiesen dado cuenta.

Esa probabilidad no es admisible. El calentamiento global, en su mayor parte es provocado por las emanaciones de gases de efecto invernadero, provenientes de la quema de hidrocarburos en un alto porcentaje. Sumamos a ellos, los que devastan los bosques talando árboles, ocasionando la pérdida de los grandes captores de hidróxido de carbono que, por medio del proceso de fotosíntesis, llevado a cabo durante las noches, convierten en oxígeno. Además, contabilizamos los que se dedican a la pesca de arrastre, removiendo el carbono de la superficie de los océanos y mares, afectando así la vida en ellos. Como si fuera poco, mencionamos a los poderosos países de la Tierra, cuyos gobiernos estallan bombas nucleares y promueven la guerra. Fijamos la mirada en los empresarios de la industria del plástico, la que dura entre cien y mil años en descomponerse. Y, ponemos también nuestra atención en cada uno de nosotros, los seres humanos que, unos más que otros dejamos una “huella ecológica” en nuestro paso por la vida, merced sobre todo a nuestras malas costumbres.

Este es un curso muy acentuado ciertamente que ha experimentado el planeta, pero se puede detener. En principio, todo lo que los seres humanos hemos hecho mal y sea dañino para la vida, es posible revertirlo, siempre que tomemos conciencia de ello a tiempo. Aunque, la batalla es enorme, porque los intereses económicos y políticos que se resisten a ser desmantelados son muy grandes y poderosos. Tenemos el derecho y a la vez el deber de sembrar esperanza en la generación de hoy y en la del mañana, sabiendo que decimos verdad, cuando invitamos a las personas a enfrentar la vida con optimismo y mirar el futuro, confiados.

Entre todas las potencias mundiales, hay dos naciones que son las más contaminantes de este Planeta, una de ellas son los Estados Unidos y la otra es China. En ambos casos, se han producido recientemente transformaciones políticas consistentes del lado de la promoción del cambio hacia energías limpias o no contaminantes. Los Estados Unidos emprendieron un viraje sólido en esa dirección, bajo la administración Obama. Sin embargo, como se sabe, ese curso fue variado por Donald Trump, bajo cuya égida hubo una regresión en las políticas públicas con efectos perniciosos para el planeta. Hoy, existen razones para ser mesuradamente optimistas, porque la nueva administración, lidereada por quien fuera vicepresidente de Obama, Joe Biden, ha retomado el rumbo en la dirección correcta; en primer lugar, volviendo a asumir el compromiso con las Naciones Unidas que, en la Conferencia de las Partes o COP 21 en el 2015, se congregaron asumiendo compromisos realistas de cara al cambio climático. Por el lado de la otra potencia más contaminante La República Popular China, Xi Jinping, presidente del país, desde el 2013 se comprometió también con una política más orientada a migrar de industrias altamente contaminantes de CO2, hacia industrias basadas en energías limpias.

Algunos de los cambios que podemos reseñar, sin ocultar que la batalla apenas comienza, son:

1. Ya el mundo, antes de la COVID-19 tuvo varios años en los que la economía mundial creció, sin embargo, las emisiones contaminantes de CO2 no lo hicieron.

2. La capacidad de producción de las empresas sustentadas en energía solar está creciendo con rapidez, y los precios han venido cayendo a un ritmo acelerado también.

3. Asimismo, está creciendo la capacidad de empresas que producen basadas en energía eólica y solar.

4. La mitad de todos los nuevos recursos energéticos que se producen a escala mundial, se encuentran en las energías renovables; en los Estados Unidos y otros países europeos, dicho porcentaje de las nuevas energías renovables es casi del 70%.

5. Cada vez un mayor número de empresas están participando en la promoción de acciones contra el cambio climático.

6. Desde que se firmó el acuerdo de París en el 2015, cada vez más naciones están asumiendo compromisos con el cambio climático y la descarbonización de la economía. (Cfr. tiempo.com/ram/220142/razones-para-ser-optimistas-sobre-el-cambio-climático/)

Por otra parte, en el 2021, a poco más de un año de haberse desatado la pandemia del coronavirus Sars-2, hay también algunas buenas noticias que tenemos para darle a la juventud, sin demeritar nunca el espíritu de lucha y de exigencia de la juventud y los pueblos del mundo, que es fundamental para conquistar soluciones duraderas frente al cambio climático.

Muy importante será para todas las naciones del mundo, el hecho de que, en noviembre 2021, los líderes de 195 naciones se darán cita en Glasgow, Escocia, para realizar una evaluación de los compromisos asumidos por las naciones en la COP 21 de París, 2015, y tras ello asumir nuevos objetivos principalmente encaminados a reducir el carbono de sus economías. Un buen impulso para apuntalar este objetivo lo dio el presidente de China XI Jinping, el cual, desde el foro de la Asamblea General, proclamó la disposición de su gobierno de avanzar por la senda de la descarbonización de la economía, con el objetivo de convertirse en una sociedad neutral en emisiones de carbono para el año 2060; este compromiso lo asumió sin esperar a que otros países asumieran un compromiso semejante. La importancia de haberlo adquirido radica en que China ha sido hasta ahora el país más contaminante de la tierra, con un 28% de las emisiones mundiales de carbón. De manera, que esta política provocaría un cambio sustancial en las emisiones totales de CO2 a la atmósfera.

Aparte de China, otras naciones que se han comprometido con cero emisiones netas de carbono para esa misma fecha son: Reino Unido, desde el 2019, la Unión Europea, desde el 2020, Japón y Corea del Sur. Después de ello, considera la ONU que, son ya más de 110 países en el mundo que han proclamado “cero neto en emisiones de carbón” para mediados de siglo XXI, entre ellos Costa Rica. Todos estos países juntos representan el 70% de la economía mundial y producen el 65% de las emisiones mundiales de carbón. Es muy importante que se sepa que, este objetivo es ahora más factible de alcanzar, puesto que la fuente de propulsión de electricidad sustentada en energía solar se ha convertido en la más barata de la historia.

Finalmente, diremos que otra ventaja importante del encuentro de Glasgow, Escocia, para noviembre del 2021, respecto a la situación que imperaba en París, estriba en el hecho de que la conciencia mundial está hoy más generalizada que nunca, en cuanto a que frente a un problema como el calentamiento que es global, se imponen soluciones también globales. Consecuentemente, la cooperación se ha convertido en un imperativo de supervivencia para todas las naciones de la tierra. Tenemos pues razones para seguir afrontando esta lucha por alcanzar economías sostenibles con el Planeta, el medio ambiente y la vida, con esperanza en el corazón.






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