Deportes otrora bellos, se los comió la computadora
Gaetano Pandolfo [email protected] | Lunes 10 agosto, 2020
Supongamos que juegan Yankees de Nueva York contra Medias Rojas de Boston, clásico del béisbol de Grandes Ligas.
Octavo inning, ganan los Yankees 1-0, con Gerrit Cole en la “gomita” intratable, ganándose limpiamente sus $34 millones anuales; un pequeño descontrol, permite un hit y da base por bolas. Boston pone así hombres en segunda y primera sin outs, en su penúltimo turno al bate.
¡Qué ordena el librito!
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Toque de bola, toque de sacrificio para que avancen los corredores a tercera y segunda y tener mejores oportunidades de empatar el juego.
Bueno…eso fue en la prehistoria.
En el béisbol moderno, espantoso, robotizado, sincronizado, va desapareciendo el genio, la fantasía, la sorpresa y hay hermosas jugadas que solo se ordenan aisladamente: robo de base, toque de sacrificio, bateo y corrido, todas acciones bellísimas, desaparecieron y hoy el béisbol de Grandes Ligas se resume a “pitcheo” y jonrones. Desapareció la fantasía y sobre todo el genio latino, cercenado por las computadoras.
A un bateador zurdo, le regalan la mitad del diamante, los rivales se paran entre primera y segunda y ahí les llega el batazo. No tienen ni que moverse.
El bateador no sabe tocar, no puede batear por la tercera base, donde no hay nadie, en fin, una porquería. Solo porque somos muy fiebres lo seguimos viendo.
Mi sobrino y colega, Leonardo Pandolfo, nos dice que la NBA es otro deporte que ha cambiado radicalmente y no precisamente para bien.
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Con la llegada de Stephen Curry, quien desde el calentamiento intenta lanzamientos desde los pasillos de acceso a la cancha, y lo peor es que los encesta; las canastas de tres puntos han tomado un rol protagónico en esta liga.
¿Quién iba a pensar que un equipo iba a intentar más lanzamientos de tres puntos que de dos? Pues los Rockets de Houston, de la mano de James Harden, han apostado por tiros de larga distancia, en lugar de buscar canastas más cercanas y parece que el entrenador los castigará, si llegan a intentar más lanzamientos en el área de dos puntos.
Ahora la única fórmula válida parece ser correr y tirar de tres, ya los postes dominantes, que sabían trabajar de espaldas al aro, no existen. Ahora se necesita que hasta los jugadores de más de 2.15 metros, también tengan un buen lanzamiento de tres. Se ha hecho irreconocible el deporte de los aros.
Otro deporte que perdió belleza es el tenis profesional. Eso lo analizaremos después.
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