El super negociazo del aprovechamiento de la energía solar que Costa Rica se empecina en rechazar

Ricardo Trujillo Molina MScEE

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Es verdaderamente inconcebible, incomprensible, inimaginable, intolerable, repugnante, recliminable, y hasta castigable, el que un reducido sector de intereses en Costa Rica, con el único fin de proteger un modelo vetusto y obsoleto del actual mercado eléctrico que les beneficia a sus mezquinos intereses económicos, le pongan obstáculos, pretextos, y bloqueos al aprovechamiento de nuestro inmenso potencial energético renovable, en especial al de la radiación solar. Han incluso llegado a presionar y convencer a los directivos de la ARESEP para que dicte regulaciones tarifarias totalmente onerosas e imposibles de cumplir para desincentivar la generación eléctrico solar distribuida. Y mientras se las ingenian para poner todo tipo de trabas y evitar que generemos en nuestras propias casas, la más barata y abundante electricidad del planeta, el país sigue sumido en una total dependencia a la importación de energías provenientes del petróleo. Si en mis manos estuviera y existiera el marco legal para la tipificación de ese delito que cometen a diario esos sectores, los castigaría penalmente por su manifiesto y velado actividad antipatriota y proimperialista.

Estos sectores antipatriotas nos hablan de una seguridad energética a cargo de RECOPE y del ICE, pero omiten flagrantemente explicarle a la población que ambas seguridades dependen de las grandes petroleras y consorcios bancarios y financieros mundiales. El 75% de la energía que consumimos en nuestros hogares la estamos pagando a través de los empréstitos que ICE administra y mantiene pagando con altas tasas de interés a la banca y entidades financieras transnacionales. Toda esa energía que usamos para nuestro s carros y transporte publico la pagamos a RECOPE como el monopólico intermediario de los grandes consorcios petroleros mundiales. En esencia , nuestra seguridad energética actual sigue siendo totalmente dependiente del extranjero y por lo tanto seguimos siendo esclavos de un mercado internacional de dinero y de petróleo. Seguridad energética significa para ellos que Costa Rica siga siendo totalmente dependiente de la energía importada. La seguridad energética que ellos predican es la enemiga en la lucha nacional por obtener nuestra INDEPENDENCIA ENERGETICA.

La generación solar tanto distribuida como centralizada es un negociazo desde cualquier punto de vista que queramos verla. En este articulo les detallo tres casos en los que se demuestra la altísima rentabilidad de esa actividad productiva económica.

Primer caso El de la GENERACIÓN SOLAR CENTRALIZADA

Estudiemos el caso de las varias plantas solares de 20 MWatts o megavatios de potencia como las que acaba de adjudicar el ICE. Su construcción hoy en día costaría US$ 15 millones de dólares cada una de ellas, incluyendo el pago de intereses bancarios a 15 años plazo. Su generación de energía durante el lapso de su vida útil de 25 años, asumiendo que su ubicación estará en Nicoya, y en especial en la super zona soleada de la cuenca del tempisque, la de mayor radiación por metro cuadrado en todo el país, será de 20 MW x 6,5 horas al día  x 350 días al año x 35 anos = 1,137,500 Megavatios hora. Si  dividimos el monto de la inversión de los $15 millones de dólares entre la producción o generación en esos 25 años, obtendremos la cifra de US$ 13,20 dólares por megavatio hora o de US$ 0,013 por kilovatio hora ( aproximadamente UN CENTAVO DE DOLAR por kilovatio hora. Actualmente el IC E está obligado a pagar por esos megavatios hora el precio fijado por la ARESEP que es de 5,5 centavos de dólar por kilovatio hora. Y todo porque en el ente no quisieron hacer las inversiones en esa tecnología en su momento oportuno. De por si, el sobre costo lo pagaran los abonados en tarifas eléctricas que nunca bajaran. Las demás distribuidoras que no son propiedad del ICE, asociadas a la CEDET lo entienden mejor y han construido o están por construir sus propias plantas solares centralizadas.

Segundo caso el de la GENERACIÓN SOLAR DISTRIBUIDA

Para este caso estudiemos el caso de una planta solar distribuida comercial de 100 Kilovatios de potencia instalada sobre el techo de un galerón de zona franca. Su costo andaría por los US$ 50,000 dólares. Su generación total de energía durante el lapso de vida útil será de 100 KW x 6 horas x 350 días x 20 anos = 4,200,000 KWhora. El costo unitario por Kilovatio hora seria por lo tanto de 50,000 / 4,200,000 = US$ 0.0120 . De nuevo llegamos a un costo unitario de UN CENTAVO DE DÓLAR por KWhora. Dejar de pagar esa energía a 20 centavos o más centavos de dólar o C 107 colones o más que se pagan actualmente por KWh a nivel promedio nacional y producirlo por un centavo de dólar o el equivalente a cinco colones con treinta centavos en el techo mismo de la propiedad es el mejor negocio del mundo con la inversión de 50 mil dólares que hemos analizado.

Tercer caso Venta y compra de excedentes de generación solar

El tercer caso por analizar es el de la compra de excedentes vendidos por los generadores distribuidos bajo el amparo de la ley 10,086 a las empresas de distribución eléctrica. Estas empresas comprarían esa energía a 4 o 3 centavos de dólar de acuerdo a la tarifa establecida por la ARESEP en vez de pagar los 6 centavos a los cuales les vende el ICE en horas pico, luego devolvérselas en horas valle o nocturna a 10 centavos de dólar por KWHORA a los mismos abonados a los que les compraron durante el mediodía es nuevo un gran negociazo que se resisten a aprovechar en beneficio de sus mismos abonados. Ahora entendemos que se resisten a hacerlo debido a que administran las cooperativas o empresas municipales distribuidoras eléctricas en su propio beneficio o en el sus empleados y jefaturas.

Conclusión

Podremos ser un país amante de la naturaleza, protector del medio ambiente, defensores y ejemplo mundial de la democracia, pioneros y sumamente comprometidos en la lucha contra el cambio climático, comprometidos con la descarbonización en foros internacionales, pero en el aspecto económico somos el hazmerreír mundial por nuestros todavía monopólicos mercados en manos de entidades del estado.