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Miércoles, 18 de diciembre de 2024



OPINIÓN


El jaguar, el animal de Zapote

Vladimir de la Cruz [email protected] | Miércoles 08 mayo, 2024


VC


Vladimir de la Cruz

Historiador


Con gran entusiasmo el inquilino de Zapote, en su perorata, más de agitación politiquera y de amenaza a los diputados, pesada y sin sustento, molesto e inoportuno, para la ocasión solemne a la que asistía, por lo demás sin un buen razonamiento, tan solo tratando de agitar el ánimo de quienes le escuchaban in situ, los ministros que se levantaron a aplaudirle ciegamente faltándoles los vítores, y quienes le escuchamos y vimos a la distancia, exaltó, varias veces, la condición de que a su gobierno le habían calificado internacionalmente de JAGUAR.

Indicó que era una categoría económica de bienestar para el país, una nueva marca nacional, casi lo presentó como un proyecto de ley para declararlo símbolo nacional, por lo demás un animal considerado casi en extinción…por lo que no faltará que alguno de sus sirvientes legislativos le presente ese proyecto de ley. Para completar el dato: el jaguar (Panthera onca) es el felino más grande de Costa Rica y de América.

Por supuesto, su felicidad radicaba en que, como representante del gobierno, hacía sentir que a él era al que habían calificado con el nombre de ese animal. El Presidente Jaguar, casi igualándose al valor ancestral de nuestras culturas aborígenes mesoamericanas, especialmente de las cosmogonías aztecas, mexicas y mayas, con el jaguar, el Dios Tezcatlipoca o Tepeyóllotl, una de sus manifestaciones. La asociación a la persona le daba fuerza y valentía, capaz de enfrentar miedos y retos con determinación y coraje. En la lengua náhuatl al jaguar se le llama ocelotl. En los trabajos artísticos cerámicos, de piedra y de jade de la arqueología y antropología prehispánica costarricense el jaguar está muy presente.

En esa tradición cultural religiosa, el jaguar era la representación de la noche, era el “nagual” o brujo por excelencia de los hombres más importantes, como lo eran los gobernantes o los sacerdotes, o los hechiceros, que se vinculaban a lo sobrenatural, como pareciera el mundo que vive el inquilino de Zapote.

No sé si en Monterán, antes de partir con sirenas, casi siempre a media mañana, cuando las calles están llenas, para hacerse sentir más, haciendo a un lado, con la caravana que le acompaña, a todo el mundo, en su ruta hacia Zapote, consulta a una tarotista, a un quiromante, a un brujo de los que se anuncian diariamente en los periódicos, para cargarse de energía, de luz y soberbia cuando transita a velocidades no permitidas, por las calles y sentirse ese dios precolombino, que ahora se le asocia a ese animal.

En la cultura precolombina al jaguar se le asociaba al poder, a la muerte, el cielo nocturno, el inframundo, la agricultura y la fertilidad, especialmente en ritos y prácticas chamánicas. El jaguar forma parte de los símbolos “del lado nocturno de la vida, del reino del misterio, la oscuridad y las tinieblas, es la bestia salvaje que es capaz de comer todo tipo de animales, que penetra en todos los espacios [además de] un espectacular modo de apareamiento”. También se le considera un espíritu guardián.

Se le describe como tosco, macizo, de cuerpo robusto, que puede alcanzar casi los dos metros de largo, y hasta 60 cm a la altura de la cruz, de piernas cortas y musculosas, de cabeza grande, hocico corto, amplio y chato, ojos grandes color café claro, orejas pequeñas o cortas y redondas, de pelo corto y erizado, ágil, buen nadador y escalador; cazador por naturaleza, de personalidad reservada, observador y analítico antes de tomar decisiones. Se le considera de capacidades cognitivas avanzadas. Son animales astutos. Gran depredador oportunista, mantenedor del ecosistema que vive, de mandíbula muy poderosa para la mordida, con manchas o rosetas que lo distinguen en su piel.

Su principal mordida es a la cabeza de sus víctimas, directamente a los huesos temporales del cráneo, que están entre las orejas de sus presas. Le gusta vivir en pantanos. Son carnívoros; acechan antes de atacar, preferiblemente emboscando de noche.

Hay jaguares de pelo amarillo, rojo y negro. Generalmente son solitarios, territoriales y solo se emparejan para procrear. El animal jaguar está considerado como el más grande de los felinos del continente; el tercero en el mundo después del león y el tigre. Es el segundo felino más rápido del mundo. Como animal, el tigre y el león le superan.

El jaguar ruge, como rugió el 2 de mayo. El rugido del jaguar es un “bramido explosivo y profundo, un sonido forzado a través de la boca abierta”.

No ruge como un león, cuyo rugido puede escucharse a 8 km de distancia. Rugir es hacer ruido bien fuerte, es gruñir, es rechinar; es pedir algo a alguien, como rugió el jaguar de Zapote ante los diputados, para pedir algo como una gracia o un favor, pero amenazante e intimidantemente… me aprueban las leyes o convoco al referéndum. Aquí, los rugidos del jaguar de Zapote fueron: ¡todo sin el Estado! Como William Walker: ¡las cinco repúblicas o ninguna!

En la tradición popular, ver un jaguar se asocia a que la vida está a punto de pasar a fases difíciles, turbulentas, cambios que alteran y desestabilizan las rutinas diarias como los planes establecidos. ¿Será eso lo que nos espera como país, como sociedad?

Algunos, al jaguar le llaman el “tigre de América”, sin que al felino de Zapote se le considere pariente de los llamados “tigres asiáticos”, que también los llaman “dragones asiáticos”, que en su llamada primera generación fueron identificados como Taiwán, Corea del Sur, Singapur y Hong Kong, de los cuales, Hong Kong dejó de ser colonia inglesa para formar parte de la República Popular China. Sus rugidos dejaron de sonar como hace algunos años… En algunos casos incluyen a Indonesia, donde el ocelote de Zapote vivió buenos años, gerenciando, dirigiendo y manejando proyectos de un organismo mundial, como desea administrar y dirigir el país, sin controles institucionales.

El animal de Zapote puede sentirse halagado porque lo comparan, no con los tigres asiáticos, sino con gobernantes y políticos como Milei, Maduro, Ortega, Bukele, Trump…otros tipos de tigres o felinos y tagarotes.

Taiwán, en cualquier momento, dependiendo de la actual situación mundial y de la geopolítica regional de esa zona, puede ser integrada también a la República Popular China, que la considera su Provincia.

A estos felinos asiáticos se les llama así porque se dice que redujeron la pobreza de sus países, y se colocaron en índices internacionales, de alto desarrollo y de productividad, que los presentan como “milagros económicos”, por los procesos de industrialización lograda por los altos niveles de inversión en empresas públicas, y en focos comerciales, industriales y tecnológicos, en zonas francas, como los que se han venido impulsando en el país, especialmente desde el gobierno de José María Figueres Olsen, 1994-1998, como fue la instalación de INTEL, y las que le siguieron en ese campo, en el área de medicina e instrumental médico y de tecnologías informáticas, aparte de las inversiones en el sector inmobiliario y turístico de cinco estrellas. En Costa Rica quieren lograr eso sin empresas e instituciones públicas, vendiéndolas y privatizándolas.

El desarrollo de esos tigrillos se caracteriza por la eficiencia energética, la alianza de un capitalismo privado muy fuerte y un intervencionismo estatal, también fuerte, lo que no se quiere impulsar en Costa Rica.

Características que se les atribuye a estos países felinos, son calidades internacionales certificadas en educación, salud, ojalá de vanguardia; transparencia política, competitividad económica, corrupción prácticamente inexistente, con alta renta per cápita en términos del poder adquisitivo, alto grado de desarrollo de infraestructuras, con redes de comunicación y telecomunicación muy avanzadas, con sectores constructivos potentes, con sectores universitarios exigentes, economías de libre mercado sólidas orientadas al sector de servicios, con mercados de valores de alta capitalización reconocida internacionalmente. En algunos de estos temas Costa Rica anda y está desastrosamente.

Los tigres como animales tienen rayas en su piel. Los jaguares tienen manchas.

Las rayas de los tigres asiáticos se caracterizan por mano de obra abundante y barata, por zonas francas portuarias, libres de impuestos y aranceles con regímenes laborales especiales, como se quiere establecer aquí el régimen de las jornadas de 12 horas diarias de trabajo, con zonas francas portuarias no marinas, y atracaderos de ciertas embarcaciones, más turísticas, de recreo personales…y de droga como se vio en Limón…

Esas rayas comprenden proteccionismo industrial, presencia de grandes multinacionales, visión de largo plazo, acuerdos y pactos con el Estado, especialmente en el campo de la educación, el mercado laboral y las pensiones, impulsar mega factorías con cadenas de valor, desarrollar más patentes y exportar el conocimiento, con perjuicio de la flora y fauna, y la biodiversidad nacional, como sucedió con la MACA en Brasil.

Para crecer como “tigres” se necesita, no solo saber rugir, sino desarrollar garras, de lo contrario el animal que se entusiasma en Zapote, no pasará de ser un simple gato, sin que yo tenga nada contra los mininos a los que les he venido tomando aprecio.

Esperemos que el animal que habita en Zapote no llegue igualmente a suponerse águila sin tener una sola pluma en su pecho. No es suficiente que al gobierno le llamen jaguar. El animal de Zapote no tiene rayas, tiene manchas…

En los días de la Guerra Civil de 1948 y en los siguientes años, por dicha que pocos, algunos de los combatientes que triunfaron exhibían en sus atuendos una “pantera”, de color negro, obviamente, en un círculo de tela amarillo, con borde rojo, me parece recordar. Eran tenebrosos. Esperemos que los fanáticos del animal de Zapote no empiecen a desfilar con “jaguares” de ese tipo, como símbolos de identificación con el presidente de los jaguares, o como símbolo electoral de las próximas elecciones del 2026 de su partido político continuista que logren impulsar, al estilo de los camisas pardas y negras de la Italia fascista y la Alemania nazi. Podría ser ese su símbolo electoral ahora promocionándolo desde el gobierno.

No nos vaya a pasar, con el tigre de Zapote, el cuento del gato de Schrödinger, aquel experimento mental de la física cuántica, donde el gato encerrado en una caja, sujeto a un evento subatómico aleatorio, que puede suceder o no, del cual se desprende una partícula radioactiva, que libera un veneno, que mata al gato, que no puede salir de la caja.

En un país que no tiene planes de largo plazo, esto fácilmente puede ocurrir, salvo que el jaguar que habita Zapote quiera quedarse allí, como en una madriguera, por la fuerza institucional, o por heredar el campo o su trono, lo que puede aprovechar políticamente con la convocatoria del Referéndum con el que ha amenazado a los diputados, como actores legislativos.

A la alegría del jaguar de Zapote hay que añadirle que en México hay un jaguar del narcotráfico, un “Comandante Jaguar”, llamado José Antonio Torres Marrufo, que fue condenado a 40 años de prisión por delitos de tráfico de droga, crimen organizado, secuestro y conspiración para realizar asesinatos fuera de México. Este Jaguar empezó en el narcotráfico con el Cartel del Pacífico, luego siguió con el Cartel de Juárez, desarrollando una guerra sangrienta con el Cartel de Sinaloa…

También en el Estado de Yucatán de México, a otro dirigente de una de las organizaciones criminales, llamado David “S”, le conocen como el Jaguar, que está principalmente ligado a la red de trata de personas del Cartel de Jalisco Nueva Generación, en la región sureste de ese estado. Este “Jaguar” de Yucatán está vinculado a la desaparición de ocho jóvenes “acompañantes”, “escorts” de origen colombiano.

En el caso mexicano, también el jaguar se asocia al exterminio que hacen bandas criminales dedicadas al tráfico de especies, donde el jaguar y el yaguareté son las principales víctimas, porque sus huesos son usados en la medicina tradicional oriental, sus testículos son utilizados como afrodisiaco, y sus garras y colmillos los usan para fabricar llaveros y colgantes a modo de talismanes.

La perorata en el recinto parlamentario careció de un buen informe sobre la situación del narcotráfico en el país, que es considerado la bodega de drogas más grande de la región, y de los “problemas” que no se controlan adecuadamente para que se siga exportando droga regularmente a Europa y el Mediterráneo, como del control ineficiente de los grupos exportadores de drogas, que tienen que ver con el empaque de los container, el transporte de esos container desde que salen de sus centros o empresas exportadoras, el control de paso por los escáneres, y por la recepción en los puertos del Caribe principalmente, junto con los distintos pasos de frontera, que no son Paso Canoas o Peñas Blancas, y de las casi 60 pistas aéreas privadas que existen en el país.

El anuncio amenazante del referéndum fue eso. Una amenaza: me aprueban los proyectos de ley o convoco al referéndum para que los ciudadanos sustituyan a los diputados en esa decisión de aprobación de proyectos de ley.

Entendamos, elementalmente, que el referéndum que quiere hacer el Jaguar de Zapote con sus rugidos, tiene por fuerza que tener, en trámite legislativo, proyectos de ley para que esos proyectos sean los que se someten al referéndum, a la consulta popular con un SI o con un NO, a favor o en contra. Cada proyecto tiene que estar debidamente elaborado y puesto en conocimiento de una comisión legislativa para su trámite. Eso tiene su tiempo de preparación y de trámite. Lleva su rato.

En la agenda enviada por el Poder Ejecutivo, para que inicien las sesiones extraordinarias, hay 32 proyectos de ley presentados para su trámite. Esperaremos a ver como se distribuyen y cuáles comisiones legislativas, los que tienen que ir a comisión, y cuáles de estos están en trámite. Y, cuáles de estos serán de sometimiento al referéndum…

La agenda y sus proyectos, el Jaguar de Zapote, la puede cambiar cuando le dé la gana. Todo eso significará atrasos de trámites legislativos.

Si la convocatoria de referéndum la trata de hacer con apoyo parlamentario, le va a costar mucho elaborar una propuesta acorde con las cinco bancadas llamadas de oposición, que no son los diputados que siguen a la diputada Cisneros y al presidente.

Si la convocatoria la va a estimular recogiendo las casi 200.000 firmas que se necesitan, en las calles, no le va a resultar tan fácil. Requiere mucha gente. No solo los rugidos que pueda hacer, porque puede tropezar con que se le impida participar directamente como le sucedió a Oscar Arias. Lo pueden dejar maullando y no rugiendo…

En el Referéndum del 2007, aprobado el mismo por iniciativa del Presidente y 29 diputados, se le impidió al presidente que actuara directamente en esa convocatoria, y en los llamados a votar, por lo que las fuerzas que estaban a favor o en contra del TLC, tuvieron que realizar, o constituir, dos Comités, uno por el NO y otro por el SI al TLC, al margen de la Casa Presidencial. Y, era solo un tema el que se ponía a discusión nacional, el TLC. Su resultado fue 51% a 49” a favor del TLC.

Si el elogiado animal de Zapote ruge con 10 o más proyectos eso va a ser un enredo para los votantes, que no tienen cultura de votar referéndums, ni tienen cultura de lectura, para entender las preguntas que se hagan, ni los contenidos que se estarán votando. El referéndum tiene que ir con preguntas claras que solo permitan poner una X en una casilla del SI o del NO. Esto no es fácil. La clave de la votación está en la formulación de la pregunta, sin rugir, con razonamientos.

El Referéndum del TLC produjo muchos debates a favor y en contra. Produjo muchas publicaciones, más de una docena de libros, folletos, hojas sueltas, mesas redondas, entrevistas… ¿Qué espera el jaguar de Zapote, que se le voten los proyectos de ley, sin debate, sin discusiones? Eso no va con la democracia directa y participativa.

Pero la clave de la amenaza presidencial del referéndum está en las próximas elecciones. Al presidente ahora realmente no le interesan los temas para su aprobación, que sabe que no se los van a aprobar. Ni le interesa mucho el referéndum, tal como lo propuso rápidamente en el Palacio del Pueblo.

Lo que le interesa es que le rechacen los proyectos del ley y la convocatoria del referéndum para, con vista a las elecciones nacionales, del 2026, llamar a votar al partido que se invente, o alquile, para esa elección, con el candidato que le escojan sus asesores y financistas, sobre todo los del grupo que se dirige desde Santa Ana, diciéndoles qué hay que votar por tal o cual candidato o candidata para poder aprobar esos proyectos de ley, que para él y los planes de sus asesores y directores, son necesarios para el país.

Su discurso se va a mantener en su ineptitud, en su incapacidad política de negociar y gobernar, echándole la culpa a los diputados, a la Corte Suprema de Justicia, a la Sala Constitucional, a la Contraloría General de la República, al Tribunal Supremo de Elecciones si le es necesario, a los partidos legislativos que no le apoyen la iniciativa de convocatoria, de que no le dejan gobernar, a los que lo critiquen y se le opongan políticamente.

Al pueblo se va a dirigir diciéndole que esas instancias no le permiten gobernar en su favor, en favor del pueblo, que por eso hay que votar a favor de lo que él propone en el referéndum; o de votar en contra de todos los partidos que no quieren que se aprueben esos supuestos proyectos de ley a favor del pueblo.

Es un golpe duro y directo a los partidos políticos, a todos; pero, especialmente a Liberación Nacional y la Unidad Social Cristiana, que pueden ver muy reducido su margen electoral en las elecciones del 2026, por situarse en el cabuz del tren zapoteño.

Liberación Nacional, si asume la bandera patriótica que izó Rodrigo Arias Sánchez, en la contestación a las amenazas del presidente, al Estado de Derecho, y de oposición valiente a ciertos proyectos que quieren impulsar a referéndum puede salir airoso… si no, se hunde más electoral y parlamentariamente, con un futuro muy incierto hacia el 2026.

No es imposible que una fuerza electoral, impulsada por Zapote, en estas circunstancias pueda reelegirse, repitiendo como sucedió con los gobiernos de Acción Ciudadana, y más grave, como fue la sorpresiva derrota frente al improvisado inquilino de Zapote en el 2022.







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