La historia de la Libertad es una historia de lucha y resistencia
Redacción La República [email protected] | Jueves 10 abril, 2025

Fernando Ulloa
Director de Programa – IPADES
Hace semanas tuve una llamada telefónica con el empresario Andrés Pozuelo, de quien, en cada interacción, se aprende sobre historia, libertad y resistencia. En esta conversación, mencionó algo que cambió mi visión del mundo en términos de libertarianismo. Según él, el verdadero libertario demuestra sus valores en cómo conduce su vida y sus empresas.
Pregunté: ¿Debe un libertario entrar al escenario político cuando la producción interna se vea comprometida? Don Andrés respondió con firmeza: "¡La producción interna siempre está comprometida!". Además, señaló que un libertario debe involucrarse en política cuando no tenga cola que le pisen y cuando esté dispuesto a cerrar las instituciones estatales ineficientes, sin que le tiemble el pulso. Aunque no discutimos una lista específica de instituciones, cada quien puede identificar las que considere pertinentes.
El libertario que desee participar en la política, así como aquellos funcionarios públicos que comparten valores libertarios, deben asegurarse de mantener una reputación limpia en el ámbito público. No deben dudar en solicitar el cierre de instituciones parasitarias.
Cabe reflexionar: quienes creemos en los valores liberales, ¿cuidamos nuestra reputación? ¿Vivimos acorde a nuestros principios ante el público? Muchas veces el mensaje es descalificado por el mensajero. Por otro lado, ¿somos firmes al solicitar el cierre de instituciones parasitarias en el país? ¿Damos argumentos técnicos claros o nos da temor por miedo a la opinión pública o por compromisos personales?
Si queremos que la causa siga adelante, debemos vivir acorde a nuestros valores y mantenernos sin tacha ante el público. Tenemos la labor de transmitir a la ciudadanía el poderoso mensaje de la libertad. Es esencial dejar de lado nuestras diferencias y trabajar juntos para llevar adelante proyectos de ley e iniciativas que nos permitan alcanzar el ideal de libertad en el país y cerrar instituciones ineficientes. Después de eso, podemos volver en paz a nuestras respectivas trincheras. Ya que no existe tal cosa como el colectivo liberal, para causas especificas podemos colaborar.
Espero que, en algún punto de nuestra historia de lucha por la libertad, podamos resistir los encantos de la comodidad y vivir fielmente según nuestros valores. Debemos ser valientes al denunciar y solicitar el cierre de órganos estatales parasitarios. Al mismo tiempo, es crucial dejar de lado los egos para alcanzar un mayor grado de libertad para nuestro país y sus ciudadanos. Espero en la Gracia de Dios ser testigo de ello en Costa Rica.