¿Son inseguras las aguas termales tras deceso de joven por inhalar ameba?

Si tiene pensado acudir a aguas termales, pero la noticia de la muerte de un joven de 15 años por inhalar una ameba presente en este tipo de aguas le genera preocupación, tenga en cuenta que se trató de un caso catalogado como extraño por el Ministerio de Salud.

El joven fue diagnosticado con meningitis amebiana primaria, y fue el segundo padecimiento de ese tipo en la historia de Costa Rica.

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Y si hablamos del mundo, el parásito -conocido como naegleria fowleri- afecta solo a un individuo por cada 2,5 millones de personas, según datos de Centros de Control y Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos de América.

“Este microorganismo es frecuente en aguas por encima de los 26 grados Celsius, es una enfermedad muy poco frecuente. La única forma de contagio es por la entrada de agua vía nasal; por lo tanto, se recomienda utilizar nariceros o evitar sumergirse”, aconsejó Rodrigo Marín, director de Vigilancia de la Salud.

Pese a que los casos son poco frecuentes, este organismo habita comúnmente en aguas dulces templadas como en lagos, ríos y aguas termales. 

Usted puede hacer uso de las aguas termales con presencia de dicho microorganismo sin ninguna afectación; el riesgo se presenta al sumergirse, pues facilita el ingreso del parásito por vía nasal.

Las muertes se dieron porque el microorganismo es altamente letal: una vez que ingresa por la nariz, destruye el tejido cerebral.

En los tres días o semana después de contraer la infección, los síntomas típicos son la distorsión del sentido del olfato, que progresa rápidamente, incapacidad para oler (con la consiguiente imposibilidad de percibir el sabor de los alimentos), provocado por el consumo de las células nerviosas del olfato y su reemplazo por células muertas.

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Tras la progresiva multiplicación de los organismos causantes de la infección, se habrán consumido, en gran medida, los bulbos olfativos, y la infección se propaga rápidamente al resto del cerebro, resultando en la aparición de síntomas cerebrales, incluyendo dolor de cabeza, náuseas, y la rigidez de los músculos del cuello, progresando a vómitos, delirio, convulsiones y, en ocasiones, un coma irreversible. 

La muerte generalmente ocurre dentro de los 14 días de exposición, como resultado de la insuficiencia respiratoria cuando la infección se propaga al tronco cerebral y se destruyen las células nerviosas autónomas del bulbo raquídeo.

Por otra parte, es importante aclarar que la meningitis amebiana primaria no se transmite de una persona a otra, ni tampoco por ingesta del agua.