Dado el 3-3 en La Cueva, se esperan goles en La Catedral
Gaetano Pandolfo [email protected] | Miércoles 21 mayo, 2025

Desde que se hizo cargo de la dirección técnica del Saprissa, en sustitución de José Giacone, Paulo César Wanchope trabajó en procura de construir una retaguardia estelar, en la cintura mover un par de fichas en los flancos de Sebastián Acuña, Fidel Escobar y Mariano Torres y como se acostumbra ahora con la formación de moda: 4-5-1, dejar como ese uno a Ariel Rodríguez hasta que se lesionó.
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Entonces, Esteban Alvarado en puerta y una línea de cuatro con Kenay Myrie, Óscar Duarte, Kendall Waston y Joseph Mora se volvió intocable.
Óscar Ramírez, que llegó como técnico del Alajuelense algo más tarde que Wanchope, no se le quedó atrás y también se apuntó en fortalecer una retaguardia con características de regularidad.
Washington Ortega en puerta y línea de cuatro estelar: Carlos Martínez, Santiago Van der Putten, Alexis Gamboa y Bryan Oviedo. Intocables en la cintura: Celso Borges y Alejandro Bran. El “Macho” congeló al colombiano Larry Angulo y a su compatriota Jeison Lucumi lo convirtió en su número 9, por encima de Alberto Toril y Jonathan Moya.
En el Monstruo, jugadores como Gerson Torres, Alberth Barahona, Marvin Loría, Nicolás Delgadillo, Jefferson Brenes, recuperándose de una lesión, se alternan como titulares y relevistas, lo mismo en el León con Ronald Matarrita, Guillermo Villalobos, Aarón Salazar, Diego Campos, Anderson Canhoto y Joshua Navarro.
Esta noche La Catedral dicta sentencia.
Finalizado el clásico, un equipo se despide del Clausura y el otro enfrentará al Herediano.
Un punto fuerte del Saprissa, que Alajuelense no lo tiene, es lo que aporta en cancha el binomio de Waston y Mariano Torres. Son letales en las acciones de balón parado y entonces, cada tiro libre y de esquina, pone a temblar a toda la fanaticada eriza. Pareciera que no hay forma de secarlos.
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Esta desventaja de los ahora anfitriones podría cortarse si nos vamos a la parte anímica y emocional. Si le metieron tres goles al Saprissa en La Cueva, el mosaico del Morera Soto puede brillar con el fútbol veloz, picante, explosivo de futbolistas verticales como Campos, Navarro, Canhoto, incluso Aarón Suárez, Toril ya habilitado y Lucumí.
El Monstruo asusta y ataca. El León es más sigiloso y prudente. Vemos difícil después del 3-3 en Tibás, que los 90 minutos en el Morera terminen 0-0. Todo apunta a que se moverán los cordeles, lo “jodido” es adivinar de cual portería.